martes, 10 de agosto de 2010

Ventana abierta para la irracionalidad

                                                                               Epifanía del día:



                                   El objetivo de ver una película surrealista es: No entender nada.

                

                                                        Salvador Dalí y Luis Buñuel- Ojos exaltados

Un Perro andaluz o Un Chien Andalou, es la fusión onírica de dos grandes artistas de siglo XX, Salvador Dalí (pintor surrealista español) y Luis Buñuel (director de cine, nacido en España). Deciden hacer fama de la irracionalidad de los sueños, utilizando la secuencia de imágenes como superficie. Cortometraje dirigido por Buñuel y como guionista el pintor con apariencia dandy.

Lo esencial de tener contacto con algún material surrealista es no tratar de comprender lo que se ve, sino dejar que tus sentidos perciban lo presenciado, y soltarte ante las imágenes. Un perro andaluz tiene escenas impactantes, la primera quizá es donde se aprecian las manos de Buñuel afilando una navaja para seguir con el corte del ojo de una mujer, paralelo a ello se cortará la luna de la misma manera, sin visualizarse las manos. La luna esta llena y postrada en el cielo es bisecada. Se presume que esta escena fue idea de Luis Buñuel, minutos siguientes se observa hormigas entrando y saliendo de una mano. Dalí fue el de la idea del hormiguero, el pintor tenía una vinculación con estos insectos, en la Obra el Gran Masturbador se puede apreciar a estos pequeños animales. Su connotación es el deseo sexual.
Luego de ello una mujer es conciente de su muerte, estando parada en la pista en donde ve cuando un auto se acerca en dirección a ella. Personas a su alrededor.

*Un perro andaluz se caracteriza también por el cambio brusco de las escenas.

Este cortometraje, realizado en 1929 se presentó en París y causó controversia, puesto que rompía con los convencionalismos. Abrió la puerta surrealista de esa época para estos dos personajes, la corriente que en ese tiempo encabezaba André Bretón dio la bienvenida al círculo del movimiento a estos dos exponentes. Los temas que se tocan en los 17 minutos, se ven enmarañados. El deseo sexual, la muerte. No hay ilación en las imágenes, y es lo que en particular hace más interesante el momento. Es una de las mejores muestras cinematográficas surrealistas a pesar de su desentendimiento. Recalquemos que es un cortometraje mudo, los acompañamientos musicales fueron fragmentos de la melodía Tristan Isolda del compositor alemán Richard Wagner, y algunos tangos que se asoman.


La locura es un cierto placer que solo el loco conoce. John Dryden

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